Por Julian Nebreda, presidente y director ejecutivo de Fluence
La situación geopolítica actual del continente, junto con la elevada dependencia del gas natural importado, la creciente demanda de electricidad y, en consecuencia, el incremento de las facturas para hogares y empresas, crean una necesidad urgente de reconsiderar la estructura de los sistemas energéticos europeos.
El Plan REPowerEU1, publicado en mayo por la Comisión Europea, tiene como objetivo aumentar la seguridad del suministro energético construyendo y conectando una mayor producción renovable a la red. Sin embargo, para que este plan tenga éxito, debe ir acompañado de objetivos y marcos de políticas adecuadas para el despliegue de almacenamiento de energía y otras tecnologías flexibles. Estas tecnologías son esenciales para permitir una integración segura y eficiente de las energías renovables en la red eléctrica, y ahora es el momento de reconocer su función como pilares de la transición energética europea.
Los firmantes de esta carta, organizaciones con décadas de experiencia en la creación y en el apoyo a mercados energéticos europeos y mundiales, dan la bienvenida al Plan REPowerEU, a sus ambiciosos objetivos renovables y al reconocimiento del papel del almacenamiento de energía para proporcionar un suministro de energía sostenible y fiable.
Asimismo, creemos que para que la implementación rápida y a corto plazo de las fuentes de energía renovables tenga éxito, Europa tiene que poner en marcha tecnologías comprobadas y escalables que aumenten la flexibilidad de la red y favorezcan la integración segura y eficiente de una producción renovable. Con este fin, el almacenamiento de energía basado en baterías es una solución de rápida implementación, rentable y de bajas emisiones con el potencial de convertirse en la columna vertebral de los sistemas de energía modernos, resilientes y sin emisiones de carbono. Al mismo tiempo, la gestión de la demanda, la mejor utilización del potencial de almacenamiento existente en las hidroeléctricas de bombeo y otras tecnologías de almacenamiento de energía, así como la interconectividad entre los mercados eléctricos nacionales, son fundamentales para impulsar la transición energética europea.
Gracias a sus características únicas (velocidad de respuesta, flexibilidad y fiabilidad), el almacenamiento de energía basado en baterías y otras tecnologías de acción rápida, están perfectamente posicionadas para reducir el coste total de electricidad de empresas y usuarios de energía residenciales. El almacenamiento de energía mediante baterías puede mejorar la estabilidad de la red y aliviar las restricciones técnicas en las líneas de transmisión, además de reducir los vertidos renovables y los importantes costes asociados. Puede proporcionar capacidad y servicios auxiliares que compensen la oferta y la demanda, a menudo de manera más eficiente y barata que otras tecnologías. También puede limitar la volatilidad de los precios y, por lo tanto, el costo de la electricidad en los mercados mayoristas de energía a través del arbitraje energético.
En varios mercados de todo el mundo, las tecnologías de almacenamiento de energía han demostrado su capacidad para reemplazar las centrales térmicas como una forma más económica y baja en emisiones de carbono para proporcionar un suministro de energía seguro durante los períodos de máxima demanda y baja producción renovable. Sin embargo, a pesar de tener acceso a esta tecnología rentable y lista para ser puesta en marcha, seguimos confiando en la producción basada en gas natural de altas emisiones, mientras que aún Europa no ha desarrollado objetivos y leyes para acelerar el despliegue del almacenamiento de energía. En 2021, las subastas del mercado de capacidad en toda Europa concedieron contratos de aproximadamente 2,4 GW para el almacenamiento de energía, pero varios estudios predicen que, para aumentar la seguridad y fiabilidad de los sistemas de energía en el continente, necesitaremos hasta 200 GW de almacenamiento de energía en el 2030. También se requieren cambios adicionales en la estructura y el diseño del mercado energético para lograr los objetivos de REPowerEU.
Además, el mercado de la energía debe diseñarse de manera que brinde indicadores de precios evidentes tanto a generadores como a clientes de acuerdo con las necesidades del sistema. Los precios de la energía deberían ser bajos en momentos de alta producción renovable y más altos durante los períodos de baja producción. De manera similar, el coste por el uso de la red debería ser mayor cuando esté saturada, proporcionando indicadores de precios para la producción y el consumo locales que ayuden a reducir la saturación de la red.
La intensidad de las emisiones de carbono de las plantas de energía pico debe abordarse en el diseño del mercado de capacidad y a través de nuevas medidas políticas que fomenten tecnologías limpias. Se debe dar prioridad a las conexiones de red para el almacenamiento de energía. La introducción de acuerdos de conexión flexibles en áreas saturadas puede acelerar la integración del almacenamiento, lo que a su vez puede ayudar a reducir la saturación según las señales del mercado. Por último, deben eliminarse las barreras que dificultan el despliegue del almacenamiento en los mercados nacionales, como el cobro de tasas o impuestos que no reflejan los costes y las restricciones a la participación en los mercados eléctricos.
Esperamos trabajar junto con los reguladores y otras partes interesadas del mercado, para alcanzar los objetivos descritos en el Plan RePowerEU mediante tecnologías, soluciones y marcos de políticas que garanticen sistemas energéticos asequibles, fiables y sostenibles para los consumidores europeos.
Claus Wattendrup, Vice President Solar & Batteries Vattenfall |
1 El Plan REPowerEU de la Comisión Europea se comunicó por primera vez en marzo del 2022 y se publicó oficialmente el 18 de mayo del 2022. Este plan incluye aumentar los objetivos de energía generada a partir de fuentes renovables en un 45 % para el 2030, frente al 40 % del año pasado. Esto llevaría a una capacidad instalada de energía renovable en Europa de 1236 GW para el 2030, incluyendo la instalación de 320 GW de energía solar para el 2025.